La educación superior en Perú
Abstract
El aumento de la matrícula y de la oferta de educación superior universitaria y no universitaria tecnológica, responde a una creciente demanda de la población urbana del país, así como a una mayor cobertura de la educación básica en el nivel secundario, que conlleva a mayores posibilidades de continuar estudios superiores. Este aumento responde también a las expectativas de movilidad social e incentivos económicos que ofrece el mercado laboral a las personas que han concluido sus estudios superiores, versus aquellos que solo concluyeron la educación básica. Durante estos cinco años la participación de la población con algunos años de estudio en la educación superior universitaria y no universitaria se ha incrementado de forma constante entre la población económicamente activa PEA. En suma, se observa un mayor retorno de la educación superior universitaria y no universitaria y al interior de esta, de la primera con respecto a la segunda. Esta tendencia es notoriamente más marcada en el mercado laboral de Lima, con respecto al resto del país. Sin embargo, el Estado no ha respondido a la creciente demanda de la población por acceder al nivel de educación Superior Universitario y no Universitario. A mediados de los 90 cerca del 60% del total de estudiantes pertenecía a universidades públicas, mientras que en el 2010 el 60,5% estudia en universidades privadas. Desde el año 2005 hasta el 2010 se han creado 16 universidades privadas nuevas y ninguna universidad pública. A principios del 2010 existían en el Perú 100 universidades (35 estatales y 65 particulares) frente a las 57 existentes en 1996 (28 públicas y 29 privadas). De otro lado, durante el periodo de estudio se han creado 97 nuevos institutos y escuelas, de los cuales 80 fueron públicos y 17 privados, la mayoría son institutos tecnológicos. Se presenta una clara tendencia del sector privado a concentrarse en la educación universitaria en detrimento del nivel técnico. El aumento de instituciones de educación superior privada y de carreras, no siempre ha obedecido a objetivos de calidad académica, a demandas laborales, ni a las necesidades de desarrollo del país y sus regiones. Tanto la demanda como la oferta universitaria se han concentrado en carreras profesionales asociadas a las Ciencias Administrativas y Contables, al Derecho, a las Ciencias Sociales y a la Medicina Humana, cuyo mercado se encuentra saturado en algunas regiones.