dc.description.abstract | Recoge, a través de las conversaciones sostenidas con maestros y estudiantes en tres colegios de Ayacucho y otros tantos de Lima durante el año 2005, una sensación generalizada de desconfianza en el Estado y las instituciones y un reclamo por relaciones más democráticas e igualitarias entre los peruanos. Lo anterior, sin embargo, no se estructura en un marco de referencia ideológico que conlleve una acción política determinada, sino que constituye el telón de fondo de la experiencia cotidiana de precariedad material e intelectual que viven profesores y alumnos en las escuelas del
Perú. En el caso de los maestros, esta experiencia se traduce en la pertenencia a
un gremio económica y socialmente empobrecido, que ha visto disminuidos su rol y su prestigio en la sociedad y que reclama mayores recursos y capacitación para ejercer su labor. Los alumnos, por otro lado, sienten que la educación que reciben es una estafa porque no les brinda los recursos necesarios para labrarse un futuro profesional y laboral. La escuela contribuye a colocarlos en una posición en la que se sienten discriminados. Todo ello lleva a que prevalezca en la escuela un pesado desaliento con respecto al país y a que se reproduzca, de manera casi automática y sin mayores espacios de reflexión y reelaboración, un discurso desconfiado y crítico sobre la esfera política del Perú. | en_US |