dc.description.abstract | Mirar la escuela en términos de las propias disposiciones políticas de los actores, implica no solo considerar las constricciones exteriores, sino mirar ahí donde estas se gestan y donde empiezan a construirse “los cuerpos dóciles”. La imagen de un niño ingenuo y pasivo que acata y repite sistemática y mecánicamente imposiciones arbitrarias, se ve doblegada y cuestionada por una mirada que explora una entidad que reinventa mecanismos de poder y que los recrea activamente (a veces, incluso, con inusitada crueldad). Estos sistemas se muestran a través de las formas de transgresión, humillación y violencia, juegos serios que los niños inventan todos los días, y que nos han obligado a pensar una antropología política en la escuela. | es_ES |