dc.description.abstract | Históricamente se ha considerado que el problema de la producción de textos tenía que ver, sobre todo, con la correcta escritura, limitándola a la buena ortografía o caligrafía. A partir de la lingüística textual, esta concepción ha sido superada, pues producir un texto implica, en primer lugar, un propósito, una intención, un qué reacción verbal o extraverbal espero lograr; para ello se recogen palabras, conceptos y toda información considerada importante para lograrlo. En segundo lugar, se produce la textualización, la cual consiste en relacionar ideas, que deben tener secuencia lógica, así como cantidad de información necesaria y suficiente que permita la propiedad, claridad y pertinencia del discurso, esto es, coherencia. Además, ensamblar adecuadamente las frases y construcciones lingüísticas para alcanzar la fluidez y evitar la redundancia, es decir, cohesión. También, debemos tener muy en cuenta al interlocutor, ya que todo acto comunicativo debe garantizar el nivel de código que sea accesible a las partes, en otras palabras, adecuación. En tercer lugar, recién se procede a la revisión formal del texto, tanto de los recursos lingüísticos como de los paralingüísticos: la ortografía, que es el revestimiento de las ideas; y espacios, márgenes, tipo de letras, entre otros. En consecuencia, esta investigación buscaba diagnosticar el nivel de dominio de la coherencia, cohesión y ortografía de los profesores de la Educación Básica Regular (EBR) para, posteriormente, proponer estrategias que les garanticen los niveles adecuados. Además, permitiría la capacitación focalizada en los puntos neurálgicos, con lo cual se racionalizarían tanto el tiempo como recursos económicos. La información se logró a través de la aplicación de instrumentos de evaluación a los participantes de las maestrías del primer ciclo de la Facultad de Educación, por ser una muestra muy representativa en la docencia de la EBR | es_ES |