Equidad educativa y diversidad cultural en América Latina

Abstract

Existen por lo menos dos procesos que subyacen a la creciente dificultad de educar. El primero de ellos, vinculado con la afirmación anterior, se relaciona con que aquello que hoy se considera una educación básica se ha ido complejizando. Los conocimientos, habilidades y destrezas que se busca que la escuela garantice son cada vez más, y esto se traduce, entre otras cosas, en la ampliación del ciclo de educación obligatoria. Ya son varios los países que proponen un ciclo de escolaridad obligatoria que supera los 12 o 13 años. El segundo fenómeno que subyace a esta afirmación es que los cambios políticos, económicos, sociales y culturales que se vienen produciendo en la región y en el mundo van configurando un nuevo sujeto –y consecuentemente un nuevo alumno– con el cual las instituciones educativas presentan grandes dificultades de interacción.