Infraestructura escolar amigable con el medio ambiente
Date
2015Author
Robles, Marina
Näslund-Hadley, Emma
Ramos, María Clara
Paredes, Juan Roberto
Metadata
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¿Sabes cómo y con qué materiales está hecha la escuela en la que trabajas o estudias? ¿Es fresca en verano y tibia en invierno? ¿Necesita algún sistema de climatización artificial? ¿Es agradable trabajar o estudiar en ella? ¿Cuáles son los retos a los que tu escuela se puede enfrentar en términos del cambio climático? ¿Has pensado en esto anteriormente?
Curiosamente, la tendencia global ha sido estandarizar las técnicas de construcción y los materiales sin que se consideren la diversidad de medios en los que se asientan, su orografía, su clima, su cultura y los fenómenos naturales a los que se exponen. Esto ha llevado a que las construcciones hechas con materiales ajenos a la región o con diseños poco apropiados para cada ecosistema generen problemas en el confort, en los costos de mantenimiento que demandan y en ocasiones incluso en su poca durabilidad. Así que los usuarios deben padecer efectos como altas o bajas temperaturas,
poco aislamiento sonoro y mala iluminación, y por si fuera poco, dejan una huella ecológica muy alta. Las construcciones sostenibles o ecológicas (también llamadas verdes) son un movimiento que se viene desarrollando en el mundo. Ante la amenaza del cambio climático, estas construcciones son beneficiosas por varias razones, entre ellas las siguientes: Ahorran recursos financieros al disminuir el consumo energético, de agua y de otros materiales, ahorran energía, usan eficientemente el agua, disminuyen las emisiones de CO2, reciclan los desechos, reforestan patios, cercas y jardines para mejorar la calidad del aire escolar, ofrecen cómodas condiciones para el aprendizaje, brindan un ejemplo para las construcciones de otras comunidades. Al reconocer lo anterior, los arquitectos y otros profesionales del diseño y la construcción han encontrado en las técnicas y materiales tradicionales, así como en nuevas alternativas, opciones que se adaptan al medio y que contribuyen a lo anterior. Incluso en muchos casos las formas opcionales de construcción permiten un considerable ahorro económico al disminuir los costos de operación, o el desarrollo de la construcción en sí misma. Aun cuando actualmente se empiezan a considerar con mayor fuerza la arquitectura bioclimática y las técnicas de construcción tradicional, son pocos los nuevos espacios construidos según estos principios, debido a limitantes en las normas de construcción y a un cálculo en el que se requiere mayor inversión inicial, sin considerar que los ahorros posteriores en operación y mantenimiento justificarán y ayudarán a recuperar muy pronto el gasto adicional. Lo interesante de estas nuevas técnicas, materiales o tecnologías para la construcción de escuelas, es que muchas están al alcance de la mano. Basta tomar la decisión de innovar y hacer realidad lo que defendemos en el discurso cuidar y mejorar el medio ambiente en que vivimos.