Estado mundial de la infancia 2016. Perú : acabar con las inequidades para brindarle oportunidades justas a toda la niñez
Abstract
En los últimos 15 años, el Perú ha logrado un progreso destacable en la reducción de la mortalidad infantil (niños menores de 1 año). La tasa promedio nacional es de 15 fallecimientos por mil nacidos vivos en el 2015. Sin embargo, en la sierra y selva del país la tasa es de 25 y 22 por cada mil nacidos vivos, respectivamente. En el caso de la mortalidad neonatal los resultados son más preocupantes. Así, para el año 2015 el promedio de la tasa de mortalidad neonatal fue 11 por mil nacidos vivos (superior al promedio del periodo 2010-2013 en el que la se registraron 9 fallecimientos por cada mil nacidos vivos). Las estadísticas nos demuestran que las inequidades también vulneran el primero de los derechos del ser humano: el derecho a la vida. La mayoría de niños que mueren antes de cumplir un mes de vida son hijos de mujeres sin ningún grado de educación (17 de cada mil nacidos vivos), y los que tienen menos posibilidades de morir son los hijos de mujeres con educación superior (7 por cada mil nacidos vivos) Las disparidades en la supervivencia y las perspectivas de salud de los niños de distintos entornos son el reflejo de situaciones de desventaja social liga no solo al nivel de ingresos sino también al origen étnico, al nivel educativo y a la diferencia entre las zonas rurales y urbanas, entre otros factores. Perú ha dado grandes pasos en su lucha contra la desnutrición crónica infantil (niños menores de 5 años). En el 2015 ha continuado descendiendo el promedio nacional de niños y niñas que la padecen (14.4%), pero se sigue observando marcadas diferencias entre costa, sierra y selva y Lima Metropolitana. Es así, que mientras que el promedio en Tacna es de 2.6%, en Huancavelica de 34% y en Ucayali de 24%, en Lima Metropolitana es de 5.4%. En el campo educativo, Perú ha tenido importantes avances. Por ejemplo, en cuanto a logros de aprendizajes, en el 2015, 49.8% de las niñas y niños del segundo grado de primaria pudieron entender lo que leen. En el 2014 lo hacían 43.5%. De igual forma, el 26.6% pudieron llevar a cabo las operaciones lógico-matemáticas esperadas para esa edad durante el 2015. El año anterior lo lograron el 25.9%. Pero nuevamente, la estadística focalizada pone al descubierto las inequidades: En el departamento de Loreto solo el 18.1% entiende lo que lee. En cuanto a cobertura, el acceso en el nivel inicial se ha incrementado. En el 2014 la cifra llegó a 81.3%. De igual forma, destacan la cobertura alcanzada en los niveles de educación primaria y secundaria. La tasa neta de acceso en primaria para el 2014 fue de 92.9%, con coberturas similares en el ámbito rural y urbano. En secundaria, fue de 82.9%, pero en este caso sí se observan mejores coberturas en las zonas urbanas (86.7%) que en las rurales (74.5%). A pesar de estos importantes avances, Perú mantiene un pendiente impostergable para el próximo quinquenio. Se trata de la culminación oportuna de la Educación Básica Regular. El promedio nacional de culminación oportuna de la secundaria es de 65.6%, pero tras él se ocultan algunas realidades que no se pueden dejar de mirar. Por ejemplo, solo 45 de cada cien adolescentes de áreas rurales concluyen oportunamente la secundaria mientras que en áreas urbanas lo hacen 74 de cada cien.