dc.description.abstract | El informe llega a la conclusión de que la desigualdad puede poner en peligro la sostenibilidad de las economías, sociedades y comunidades. El Informe también sostiene que la creación de sociedades más equitativas exige un mejor conocimiento de la desigualdad en general, así como de los vínculos existentes entre la desigualdad económica y otras formas de desigualdad, por ejemplo las que se dan en materia de género o en los ámbitos de la educación y la salud. Además, el Informe señala las lagunas que se dan en materia de datos en la investigación de las ciencias sociales sobre la desigualdad. A este respecto sostiene que es necesario invertir y fomentar este tipo de estudios, a fin de que se puedan elaborar políticas pertinentes para reducir la desigualdad. El Informe indica que, en definitiva, son muy pocos los países que realizan inversiones para investigar las repercusiones que puede tener a largo plazo la desigualdad en la sostenibilidad de sus economías, sociedades y comunidades; y esas inversiones son, además, muy insuficientes. En el documento se examinan siete dimensiones de la desigualdad y cómo su interacción llega a conformar la vida de las personas, creando un círculo vicioso de desigualdad. Las desigualdades no se deben aprehender y afrontar exclusivamente desde el ángulo de la disparidad de ingresos o riqueza. Las desigualdades, además de ser económicas, pueden ser también políticas, sociales, culturales, ambientales, territoriales y cognitivas. | es_ES |