dc.description.abstract | Continuando con el trabajo iniciado en Brasil, y respondiendo a las acciones planteadas en la Agenda, en septiembre de 2016 se realizó en Lima, Perú, un seminario sobre Medición del Desarrollo Infantil en América Latina. En la actualidad, la disponibilidad de información cuantitativa sobre el desarrollo infantil en la región es muy limitada y generalmente resulta de algunos estudios específicos y no de sistemas de medición regulares. Un cuello de botella crítico es la ausencia de consenso en torno a cómo medir el desarrollo infantil, en particular en lo que concierne a qué áreas de desarrollo medir y cuáles instrumentos utilizar. La comunidad de expertos, decisores de políticas y gestores de programas no cuenta con orientaciones claras acerca del uso potencial de este tipo de datos y de los instrumentos de medición disponibles (sus ventajas y desventajas) que les faciliten la toma de decisiones. Estas dificultades son aún más evidentes en relación a la evaluación de niños menores de 3 años. En ese escenario, el seminario de Lima tuvo como objetivo convocar a un grupo de expertos en desarrollo infantil del ámbito académico y la gestión (pública y no estatal, nacional y multinacional) para avanzar en un marco común para la generación y uso de los resultados de evaluaciones de desarrollo infantil, y para revisar algunos de los instrumentos de medición disponibles y considerar sus ventajas y desventajas, no solo desde el punto de vista metodológico sino también de la implementación a escala. El seminario tuvo como punto de partida una reflexión acerca de los diferentes usos y enfoques de la medición del desarrollo infantil. En ese sentido, se identificaron tres usos principales. En primer lugar, la medición como parte de la investigación, donde el propósito principal está relacionado a evaluar (diferentes dimensiones de) el desarrollo infantil, a probar hipótesis acerca de qué factores influyen en él y qué programas tienen mayor impacto en el desarrollo infantil. En segundo lugar, mediciones muestrales nacionales de resultados clave que estén alineadas a metas de política y que se repitan regularmente. Por último, están las mediciones nominales como base para la gestión, es decir, sistemas de información y monitoreo de indicadores clave que sirven como base para garantizar la atención efectiva a todos los niños identificando necesidades individuales que permitan la adopción de respuestas específicas. Si bien todos estos usos son valiosos e importantes, el seminario de Lima estuvo mayormente dedicado a discutir el segundo uso: las mediciones muestrales nacionales realizadas de manera regular para el análisis y monitoreo macro del desarrollo infantil. Contar con un sistema nacional de medición del desarrollo infantil permite conocer la evolución de los niveles y características de desarrollo de los niños en las diferentes áreas -motora, cognitiva, socio-emocional y de lenguaje- así como comparar la situación de diferentes subgrupos de la población entre sí y a lo largo del tiempo. Estos indicadores periódicos y sistemáticos son necesarios para informar la formulación de políticas públicas a favor de la primera infancia pero también permiten movilizar el apoyo político, presupuestal y social en relación a la infancia. A pesar de la importancia de estas mediciones muestrales nacionales, la mayoría de los países de la región no cuenta a la fecha con ellas. Sin embargo, hay algunos países donde se ha avanzado más en el proceso de implementar y en alguna medida institucionalizar encuestas de la niñez o la primera infancia. Sirve mucho analizar y aprender de los procesos ya en marcha en países como Chile, Colombia y Uruguay, que han tenido avances significativos pero están en diferentes etapas de madurez La sección dos de este documento resume los ejes principales de la discusión en torno a la implementación de este tipo de mediciones regulares (a través de encuestas de la niñez o la primera infancia): dimensiones del desarrollo infantil que se deben medir e instrumentos a utilizar para dicha medición, edades de los niños en las que se debe medir, estrategia de evaluación (observación directa vs. reporte de cuidadores) y finalmente el proceso en sí mismo de desarrollarlas e institucionalizarlas como una práctica permanente y regular del Estado. En la tercera y última sección del documento se incluye una propuesta de cuáles deberían ser los siguientes pasos a fin de impulsar el tema de la medición del desarrollo infantil en la región. | es_ES |