dc.description.abstract | En la última década, la violencia contra la mujer ha disminuido de manera constante, pero al mismo tiempo a un ritmo lento. Mientras la mayor parte de las investigaciones se han concentrado en estudiar sus causas, pocas han evaluado sus consecuencias. En esa línea de investigación, pocos estudios se han preguntado por cuáles son los costos económicos que la violencia genera a las mujeres y a sus hijos e hijas. A diferencia del estudio de costos directos en materia de violencia contra la mujer, que prioriza el enfoque contable (sumatoria de un conjunto de partidas presupuestales), los costos indirectos miden las consecuencias sobre las personas afectadas. Por ello, comúnmente se les denomina evaluaciones de impacto, pues buscan identificar cuál es el efecto (costo) que genera haber sido víctima de violencia. La medición de los costos indirectos implica superar algunos retos metodológicos y éticos. En primer lugar, dado que el efecto de la violencia abarca diversas dimensiones, es difícil identificar y calcular todos los costos posibles. Por tanto, toda medición de costos indirectos difícilmente expresará el espectro de impacto de la violencia contra la mujer. En segundo lugar, si bien es técnicamente factible evaluar el impacto de la violencia sobre variables no Introducción económicas –por ejemplo, valorizando la agresión causada por la violencia contra la mujer–, no deja de ser un ejercicio controversial el tener que expresar daños psicológicos y físicos en un valor monetario. En tercer lugar, si se opta por monetizar algunos costos, se debe tener cuidado con las comparaciones internacionales e incluso intertemporales, pues los costos dependen en forma directa del costo de vida de cada país e incluso región. Una de estas metodologías para el cálculo de los costos indirectos es el disability-adjusted life years (DALY). Su objetivo es medir la pérdida de años por muertes prematuras y por lesiones resultantes de violencia de género. Sin embargo, este método tiene debilidades. Solo permite medir el impacto sobre mortalidad y morbilidad, pero no el impacto de otras variables como pérdida de productividad y mayor probabilidad de caer en actividades criminales. | es_ES |