dc.description.abstract | El término nini –que hace referencia a los jóvenes que no estudian ni trabajan– surge en la década de 1990, como resultado de los esfuerzos por abordar las diferentes formas de desvinculación juvenil de los mercados laborales, más allá del desempleo. En un contexto en el que los procesos de transición hacia la adultez se han complejizado, haciéndose menos lineales y más extensos, las discusiones académicas y de política buscan dar cabida a un conjunto mayor de jóvenes vulnerables a la exclusión social. Los nini son precisamente estos jóvenes que ocupan diferentes posiciones en la “zona de precariedad” que existe entre “el empleo estable y el desempleo reconocido”. Este estudio tiene dos objetivos complementarios. Por un lado, busca analizar la pertinencia de la definición predominante de los nini para comprender a los jóvenes urbanos en situación de vulnerabilidad en el Perú. Y por otro, intenta plantear una definición alternativa que incluya en este grupo a los jóvenes involucrados en trabajos informales inestables y precarios que, como los nini tradicionales, corren un alto riesgo de exclusión social; asimismo, analiza los factores asociados a su situación. Con estas reflexiones, la investigación pretende contribuir también a la literatura internacional sobre vulnerabilidad juvenil. El estudio enfoca el análisis de la problemática de los nini en el ámbito territorial urbano no solo porque ahí habita el 84% de los nini en el Perú –según la Encuesta Nacional de Hogares (Enaho) 2015–, sino porque es conveniente visibilizar y analizar varios elementos particulares de la pobreza y la vulnerabilidad urbanas. Para empezar, en estos contextos hay una mayor necesidad de contar con ingresos monetarios que cubran los requerimientos básicos de las personas y hogares, con lo cual la empleabilidad, la capacidad de generar ingresos y la posibilidad de insertarse en los mercados laborales –que constituyen el foco de este estudio– resultan cruciales y, en términos de política social, plantean demandas específicas distintas de las demandas propias de los contextos rurales. Las dinámicas de la pobreza y la vulnerabilidad urbana están, además, mediadas por factores como la segregación socioeconómica dentro de las ciudades, la migración interna desde zonas rurales, la violencia e inseguridad, la relación de las personas pobres con los gobiernos locales y las organizaciones sociales de base, así como la prevalencia y precariedad de los mercados informales de empleo, entre otros. | es_ES |