dc.description.abstract | El sentido cotidiano de la calidad hace referencia a lo que “hace a una persona o una cosa buena, mejor”. La OCDE ha definido la calidad en Educación en 1995, como aquella que logra que todos los jóvenes adquieran conocimientos, capacidades, destrezas y actitudes necesarias para desenvolverse adecuadamente en su vida adulta, una vida caracterizada por la globalización y las migraciones; es decir, una vida en la que conviven personas con diferentes referentes étnico-culturales. En esta sociedad multicultural, la educación de calidad es sinónimo de educación intercultural. La educación intercultural tiene que asumir dos grandes retos. Primero, favorecer el avance en las etapas del cruce cultural entre los diferentes grupos étnico-culturales, posibilitando que los jóvenes desarrollen identidades culturales sanas y, segundo, potenciar las competencias para que sean ciudadanos activos, críticos y responsables, con el fin de alcanzar una sociedad auténticamente democrática. En este artículo reflexionamos sobre la necesidad que tiene el profesorado de adquirir conocimiento de las etapas del cruce cultural con el fin de planificar actividades que permitan avanzar hacia la interculturalidad. También es necesario que favorezca competencias para que tanto el propio maestro como sus alumnos actúen como buenos ciudadanos en la sociedad multicultural que les ha tocado vivir. | en_US |