dc.description.abstract | Este estudio se realizó conjuntamente por el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y el Grupo del Banco Mundial, apoyándose en las ventajas comparativas de las dos organizaciones. El objetivo global es proporcionar una guía sobre cómo desarrollar e implementar programas de alimentación eficaces en el contexto, por un lado, de una red social de seguridad productiva, que pueda dar respuesta a shocks sociales, derivados de la crisis global actual y, por otro lado, como una forma de inversión en capital humano, que sea fiscalmente sostenible y parte del esfuerzo a largo plazo para lograr «una educación para todos» y conseguir protección social para los pobres. El análisis se inició como respuesta al incremento en la demanda de programas de alimentación escolar por parte de países de renta baja afectados por los shocks sociales de la crisis global actual, y está centrado, primero, en el papel de la alimentación escolar como una red de seguridad social. Sin embargo, esto evidenció ser un contexto demasiado limitado y el análisis evolucionó hacia las implicaciones a largo plazo para la protección social y el desarrollo de capital humano, como parte de la política nacional. El cambio en el énfasis se produjo porque los datos disponibles sugerían que, hoy en día, quizás por primera vez en la historia, todos los países para los que se dispone de información están buscando suministrar alimentos de alguna manera y en alguna medida a los escolares. La cobertura es más completa en los países ricos y en los de renta media; de hecho, la mayor parte de los países que se pueden permitir dar alimentos a sus escolares lo hacen. Sin embargo, donde la necesidad es mayor —en términos de hambre, pobreza y bajos indicadores sociales—, los programas tienden a ser más limitados, si bien están orientados normalmente hacia las regiones con mayor inseguridad alimentaria. Estos programas también dependen mucho del apoyo externo y casi todos ellos están respaldados por el Programa Mundial de Alimentos. De esta forma, la cuestión fundamental no es si los países pondrán en marcha programas de alimentación escolar, sino cómo y con qué objetivos Resumen ejecutivo lo harán. Prácticamente la universalidad de la alimentación en las escuelas ofrece grandes oportunidades al Programa Mundial de Alimentos, el Banco Mundial y otros agentes dedicados al desarrollo, de asistir a los gobiernos a desplegar redes de seguridad productivas como parte de la respuesta a la crisis global actual, y también de sembrar las semillas para que los programas de alimentación escolar se conviertan en una inversión sostenible en capital humano. | es_ES |