dc.description.abstract | El estudio establece que la Educación para la Ciudadanía Mundial (ECM) tiene un papel fundamental que desempeñar en el proceso de dotar a los alumnos de competencias para hacer frente al mundo dinámico e interdependiente del siglo XXI. Aunque la ECM se ha aplicado en diferentes formas en diferentes contextos, regiones y comunidades, tiene una serie de elementos comunes, que incluyen el fomentar en los alumnos: una actitud sustentada en una comprensión de los múltiples niveles de identidad, y la posibilidad de una “identidad colectiva”, que trasciende las diferencias culturales,
religiosas, étnicas u otras diferencias; un profundo conocimiento de los problemas mundiales y de valores universales como la justicia, la igualdad, la dignidad y el respeto; competencias cognoscitivas para pensar de forma crítica, creativa y sistemática, incluida la adopción de un enfoque de múltiples perspectivas que reconozca las diferentes
dimensiones, perspectivas y ángulos de los problemas; competencias no cognoscitivas, que comprenden aptitudes sociales como la empatía y la solución de conflictos, competencias de comunicación y aptitudes para el trabajo en red y
la interacción con personas con diferentes historias, orígenes, culturas y perspectivas; y capacidades conductuales de para actuar en forma conjunta y responsable a fin de encontrar soluciones globales a los problemas mundiales, y para luchar por el bien colectivo. | es_ES |