dc.description.abstract | Tanto en el perfil de egreso de las y los estudiantes como en las competencias se señala claramente la importancia del desarrollo de su ciudadanía, especialmente por las respuestas que ellas y ellos deben dar a una sociedad con grandes exigencias de justicia, de trasparencia y de democracia. Especial atención merece la competencia 16, que plantea que el y la estudiante “Convive y participa democráticamente”. ¿Qué capacidades se ponen en juego para el desarrollo de esta competencia? Las siguientes: “Interactúa con todas las personas, construye normas y asume acuerdos y leyes, maneja conflictos de manera constructiva, delibera sobre asuntos públicos, participa en acciones que promueven el bienestar común”. Como podemos apreciar, ésta resulta una competencia sustantiva que se liga con su legítimo derecho a participar, como se aprecia en el Currículo de Educación Básica y en los objetivos estratégicos del Proyecto Educativo Nacional. Es innegable la importancia del docente y la docente en los procesos de formación de las y los estudiantes, así como su repercusión, negativa o positiva, en sus procesos de desarrollo. Creer en las capacidades, habilidades y potencialidades del otro, y valorar la diversidad, permiten que las y los estudiantes confíen en sí mismos, desarrollen su autonomía y su autoestima, en un entorno que promueva la democracia, el diálogo y la sana interacción en un ambiente físico y emocional óptimo. A ello se debe sumar la capacidad para potenciar las capacidades y habilidades cognitivas y sociales del estudiante, de modo que pueda articularse a la sociedad y aportar a que ésta sea justa, democrática e intercultural. | es_ES |