dc.description.abstract | El informe es el resultado de un estudio exploratorio realizado por un equipo de investigadores del Instituto de Estudios Peruanos (IEP) entre agosto y octubre de 2015 sobre las estrategias que adoptó un pequeño grupo de jóvenes para obtener la beca e insertarse en los centros de educación superior en Lima, así como los problemas que encontraron y los resultados que derivaron de dichas estrategias. A pesar del reducido número de casos, el estudio permite sugerir algunas hipótesis generales relativas al desenvolvimiento del programa y ofrecer algunas recomendaciones destinadas a mejorar su ejecución. Desde el inicio, es necesario subrayar el hecho de que el programa se dirige a una población excepcional, puesto que los jóvenes que acceden a Beca 18 provienen de estratos sociales pobres de provincia y han logrado finalizar la educación secundaria con calificaciones por encima del promedio, en circunstancias adversas caracterizadas por elevadas tasas de deserción escolar. Además, la condición excepcional de estos becarios se refuerza porque en el transcurso de los trámites realizados para obtener la beca y en el proceso de incorporación a los centros educativos, estos adolescentes logran remontar, mal que bien, los difíciles problemas de adaptación a nuevos estilos de vida, urbanos y modernos, para lo cual deben aprender las reglas formales e informales que redefine su relación con el Estado y el nuevo medio social. Por un lado, desde su primer contacto con Pronabec, estos jóvenes experimentan las clásicas dificultades de surcar por los vericuetos del Estado. Muchas de estas dificultades conllevan frustraciones, fundamentalmente, porque el sector público incumple con los compromisos suscritos con los becarios, y no les presta la atención debida para satisfacer sus necesidades, sobre todo las emocionales. Ante esta situación, los jóvenes deben recurrir a variadas fórmulas informales que, eventualmente, pueden distorsionar el propósito de Beca 18 como política pública. Por otro lado, en el proceso de incorporación al nuevo ámbito social, los jóvenes sufren por desconocer las normas convencionales que se practican en la jungla limeña, que da lugar a las consabidas expresiones y manifestaciones discriminatorias debido a su condición social. Esta situación genera una relación de desconfianza y hostilidad de los jóvenes hacia el Estado y la sociedad, lo cual puede producir efectos perversos, como sucedió durante los años ochenta del siglo pasado. Si bien estas experiencias son dramáticas, y muchas veces traumáticas, les permiten a estos jóvenes tomar contacto con distintos grupos de la heterogénea composición social y con el aparato público; esto facilita su integración a la complejidad social y el reconocimiento de su condición ciudadana, en tanto sujetos de derechos y obligaciones. No obstante, para asegurar el impacto positivo del programa y lograr el cumplimiento de sus objetivos, Beca 18 debe ajustar el funcionamiento del programa para mejorar su relación con el público. En primer lugar, es necesario que el Pronabec se esmere en brindar y difundir masivamente información clara y accesible sobre Beca 18 a los sectores pobres de la sociedad que, como es bien sabido, tienen recursos muy limitados para aprovechar debidamente las políticas sociales. Por tal motivo, el Pronabec debe intensificar y multiplicar los esfuerzos que realiza para acercarse a estos sectores ofreciendo una información clara y detallada sobre el proceso de postulación y las obligaciones de los becarios, para evitar trámites innecesarios y confusos que den lugar a costosos desplazamientos de los postulantes y sus familiares. De la misma forma, el Pronabec debe asegurar que los postulantes tengan acceso a una información correcta del Sistema de Focalización de Hogares (SISFOH), para lo cual debe mantener una permanente relación con el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (MIDIS) y las municipalidades provinciales y distritales. En segundo lugar, es crucial que el Pronabec y los centros educativos que reciben becarios cuenten con un protocolo de acogida y recibimiento. La mayoría de estos jóvenes son menores de edad que por primera vez abandonan el entorno familiar; llegan a Lima con muy limitados recursos económicos y sin saber adónde ir. Adicionalmente, durante las primeras semanas los becarios deben encontrar la manera de subsistir por sus propios y escasos medios. Es decir, además de las dificultades para postular a la beca, estos jóvenes pobres y provincianos tienen una experiencia traumática desde el inicio de su arribo a Lima. Por último, es importante asegurar el bienestar psicológico de los becarios, para lo cual el Pronabec y los centros de estudios deben prestarles la ayuda necesaria mediante un sistema de tutorías y servicios psicopedagógicos, procurando que los gestores cuenten con los medios para llevar a cabo reuniones periódicas con los becarios para resolver los problemas que se presenten. En la medida que el rol de los gestores es crucial en el proceso de adaptación de los jóvenes al nuevo ambiente, se requiere que el Pronabec modere la carga administrativa que deben cumplir para atender debidamente a los jóvenes becarios. | es_ES |