dc.description.abstract | En noviembre del año 2020, en un contexto caracterizado por una evidente crisis política, una pandemia en desarrollo y un escenario electoral, se dio inicio a un Gobierno de transición y de emergencia y, con ello, nuestra gestión en el Ministerio de Educación. Al llegar encontramos un sistema educativo aprendiendo a operar en un contexto para el que no estuvo preparado y que afectó profundamente su referente tradicional de actuación, muchas veces más rígido que flexible. Los esfuerzos para llevar adelante la educación remota —gracias a la iniciativa “Aprendo en casa”, el cierre de la brecha digital a partir de la dotación de tabletas y la atención a las limitaciones de conectividad, sobre la base de dotación de internet a estudiantes y docentes— se enfrentaron al mayor problema de la educación peruana: las desigualdades. En este contexto, nos propusimos que regresar a clases sea una prioridad, pero que lo sea de manera segura y consensuada. El propósito de que ningún niño, niña, adolescente, docente, directivo o personal administrativo enferme por regresar a clases marcó tercamente nuestra finalidad. El propósito fue cumplido. Más operativamente, en nuestra gestión en el Gobierno de transición y emergencia, nos planteamos cinco grandes objetivos: diseñar e implementar un retorno a clases en un contexto de pandemia: recuperar a los estudiantes que interrumpieron los estudios; acompañar a los docentes en el proceso de educación remota; fortalecer la educación superior; impulsar un cambio en la organización y en las funciones del Ministerio de Educación. Es así que, en estos ocho meses de gestión, hemos intentado construir sobre lo aprendido y priorizar algunos temas, manteniendo la continuidad de las reformas. Todo esto realizado bajo un marco ético que sustenta el buen accionar del Ministerio, expresado en la certificación ISO 37001:2016, obtenida en febrero de este año. A continuación, explicamos qué es lo que hicimos frente al desafío de iniciar el año educativo en escuelas, institutos y universidades en el año 2021, por un lado, y de actualizar y ordenar la estructura orgánica del sector a través de una nueva Ley de Organización y Funciones, por otro. Asimismo, junto con estas dos prioridades, atendimos asuntos puntales que parecen mejoras pequeñas, pero que resultan ser grandes cambios en la operación del sistema. En el equipo los llamamos “los paquetes”, para efectos de esta presentación los organizaremos en seis categorías relacionadas a la gestión escolar, al fortalecimiento de la ciudadanía, la educación superior, la política docente, la descentralización de la educación y la infraestructura educativa. | es_ES |