dc.description.abstract | Una de las definiciones más importantes que valoramos del Tinkuy proviene de los propios actores participantes: docentes, directores de instituciones educativas, padres y madres de familia y, principalmente, de los estudiantes, los cuales coinciden en identificarlo como un “espacio de participación y de diálogo intercultural para escuchar las voces de niños y niñas”, así como “un encuentro que visibiliza y valora la cultura, los saberes y las lenguas de los distintos pueblos originarios o indígenas, afroperuanos y de otras tradiciones socioculturales”. Por su amplitud de interacciones y la diversidad de competencias, habilidades y conocimientos que moviliza, el Tinkuy: genera oportunidades para identificar las demandas y necesidades de las niñas y de los niños a efectos de asegurarles una educación culturalmente pertinente, democrática y con igualdad de oportunidades, con base en el conocimiento, el respeto y la valoración de la diversidad existente en el país; tiene un propósito transformador en las relaciones humanas entre ciudadanos de nuestro país y constituye un aporte para la superación de interacciones cargadas de estereotipos y prejuicios sociales y culturales; promueve la interacción intergeneracional. Su desarrollo implica un diálogo entre estudiantes y familias-líderes comunitarios, a partir de un
proyecto de aprendizaje; propicia aprendizajes en el ámbito de la participación estudiantil, el intercambio cultural, la visibilización y la valoración de los saberes, y las lenguas para asegurarles una educación de calidad y con pertinencia cultural; promueve que las voces de niñas y niños contribuyan a la creación de una agenda pública de mejoras de la educación que reciben, para que esta realmente impulse su desarrollo y garantice el ejercicio de sus derechos; por otro lado, el Tinkuy está intrínsecamente relacionado con el Plan Nacional de Educación Intercultural Bilingüe, principalmente, con el Objetivo Específico 4 referido a la gestión descentralizada y participación social. En su desarrollo destaca la participación de niñas, niños, docentes y familias y el dialogo intercultural. Asimismo, se ha convertido en una herramienta que genera un mayor espacio para la implementación de la Política de Educación Intercultural y Educación Intercultural Bilingüe, así como la Política de Atención Educativa para la Población del Ámbito Rural, al colocarlas como parte de la agenda educativa de las DRE y UGEL e incentivó a sus autoridades educativas a movilizar capacidades y recursos para sostener la participación de sus delegaciones; el éxito del Tinkuy se conoce desde el 2012, año en que el Ministerio de
Educación organizó el primer encuentro nacional que congregó a estudiantes procedentes de diversos pueblos originarios de la región andina y de la Amazonía, así como de comunidades afroperuanas y de otras tradiciones culturales. A partir de allí, y de forma ininterrumpida, se ha venido organizando año a año con la finalidad de promover en los estudiantes “procesos de interaprendizaje, generando espacios que permitan identificar sus demandas y necesidades a efectos de asegurarles una educación culturalmente pertinente, democrática y con igualdad de oportunidades; basado en el conocimiento, el respeto y el valor de la diversidad existente en el país” (RM 590-2014-MINEDU). De este modo, en los últimos ocho años, el Tinkuy ha logrado tener una presencia clara y permanente en las instituciones educativas del país, principalmente en las escuelas interculturales bilingües, que contribuye a dar visibilidad a los saberes, a las prácticas culturales y a propiciar una experiencia maravillosa de intercambio entre niños y niñas de diferentes lugares. | es_ES |